Grandes cambios, regionalización

Que la tierra no pertenezca jamás a los que quieren especular con ella, sino al que procure arrancarle riquezas, para hacer más prospera, más grande y más hermosa nuestra patria.
Juan D. Perón

El advenimiento de la globalización produjo y sigue generando cambios importantes en las naciones en vías desarrollo. Estos países se ven obligados a adaptar sus modelos de desarrollo, que con el transcurso del tiempo van quedando obsoletos.

Frente a este desafío que nos plantea la globalización y la sociedad de la información, la gran tarea política de un presidente no solamente reside en encaminar a su nación hacia el progreso y desarrollo, sino que además consiste en preparar a su país ante determinados cambios bruscos.

Perón fue uno de ellos, fue uno de los primeros en prever el arribo de estos grandes cambios. Hoy el punto de partida es concebir un plan de gobierno con criterio orgánico como lo hizo el general desde un principio que consiste en realizar un estudio integral del territorio argentino con la mira orientada hacia la concentración de unidades económicas regionales. En este sentido, cabe destacar, una vez determinado estos centros económicos que luego serán los nuevos pilares que han de cimentarse la gran Argentina, son las medidas necesarias para proteger el futuro de la argentina y el de las generaciones venideras a llevar una vida plena, digna y saludable.

Precisamente este es el gran desafío del siglo XXI en materia de desarrollo que los argentinos debemos poner en práctica. Imponer inmediatamente una descentralización cuya misión es lograr la reactivación económica de todas las regiones del país obteniendo como resultado un progreso nacional equitativo y justo, es decir que la riqueza nacional cubriera con pareja eficacia toda la superficie de la nación.

Estos núcleos o regiones con el transcurso del tiempo se irán desarrollando y complementándose entre sí, hasta lograr un desarrollo totalmente afianzado y con sustentabilidad en el tiempo. Una vez afianzada las regiones emergerán dentro de cada una de ellas pequeños centros o zonas en multiplicidad insospechada hasta cubrir el último rincón del país.

Cada región tendrá su propia fuerza motriz que será por el ejercicio de sus propias industrias o comercios y una particular fuerza de atracción de acuerdo con su importancia. El progreso y desarrollo de cada una de las regiones y zonas económicas es de suma importancia para el país, si es que le interesa que el progreso y bienestar de todos los argentinos se convierta en una realidad.

Llevar adelante esta labor satisface hoy con plenitud las necesidades impuestas por la globalización a la sociedad.

Perón dijo: Aquí lo que interesa es que con nuestros planes tendenciosos, la nación llegue a ser cada día un poco más grande y el pueblo un poco más feliz. Nosotros los peronistas trabajamos con criterio de continuidad porque no olvidamos que aunque los hombres y aun los partidos pasan, la nación y el pueblo permanecen.

En estos últimos sesenta años vemos que los países desarrollados han comprendido perfectamente el contenido de estas sabias palabras. Ahora es hora de aceptar las enseñanzas de Perón y ponerlas en prácticas.